miércoles, 19 de septiembre de 2012

ÚLTIMOS HALLAZGOS DE ATAPUERCA


Desde 1984, cada año se desarrolla una nueva campaña de excavaciones en el yacimiento de Atapuerca, mundialmente famoso por haberse descubierto allí restos de una especie de unos 800.000 años de antigüedad, considerada un precedente del neandertal: el Homo Antecessor.

Los hallazgos de la campaña de excavaciones de este año han llevado a los codirectores de dichas excavaciones ha extraer otra conclusión novedosa, la de que Atapuerca pudo ser el primer santuario de la historia, el primer lugar donde se enterraba sistemáticamente a los que fallecían allí, hace unos 400.000 años.

El descubrimiento que lleva a los arqueólogos a esta conclusión es el de una falange distal, el hueso del dedo meñique situado junto a la uña, del pie de un niño que vivió en la sierra de Atapuerca hace entre 300.000 y 500.000 años, con lo que se correspondería a un Homo Heidelbergensis.

Fue descubierto en la Sima de los Huesos, el yacimiento más rico del mundo en fósiles humanos, donde se han encontrado hasta el momento 6.500 fósiles humanos, entre ellos una treintena de esqueletos casi completos. En la misma campaña de este año se han localizado también en este lugar restos de un cráneo, una parte de una mandíbula y un húmero.

Tanta acumulación de huesos humanos había llevado a los investigadores a diferentes interpretaciones. Inicialmente se pensó que la causa podía ser algún accidente o catástrofe, hipótesis que fue sustituida después por otra según la cual los huesos habrían sido transportados a ese lugar por animales carnívoros de gran tamaño.

Sin embargo, el descubrimiento de la falange del niño descarta también esta hipótesis ya que lo normal es que los animales devoraran completamente los huesos de manos y pies de un niño. Por esta razón, ahora se considera seriamente que la causa de esta acumulación de huesos sea la de que los cadáveres fueran depositados allí por otros humanos.

Así lo expresó el codirector de las excavaciones, Juan Luis Arsuaga, cuando afirmó que "esos cuerpos fueron depositados en un lugar cercano por sus compañeros. Por tanto, nos encontraríamos ante la prueba más antigua de un comportamiento humano de tipo funerario" ("QUÉ!", 20 de julio de 2012).

Por otra parte, otro codirector de las excavaciones de Atapuerca, Eudald Carbonell, ha destacado
la importancia de un enterramiento mucho más reciente encontrado en otro yacimiento del complejo de Atapuerca, concretamente en la Cueva del Mirador. 

Allí se han encontrado restos de ocho individuos enterrados de unos 4.000 a 4.400 años de antigüedad, en un sepulcro colectivo, cuya posición ha permitido deducir que la boca del enterramiento permaneció cerrada por una estructura de madera, que evitó las mordeduras de carnívoros en los cadáveres allí depositados (EUROPA PRESS, 20 de julio de 2012). 

Estos restos le han servido a Carbonell para convencerse de que servirían como una demostración de que en aquella época, en la zona había redes sociales complejas y estructuradas, algo similar a tribus con jefaturas. (EL MUNDO, 20 de julio de 2012). 

jueves, 28 de junio de 2012

SUÁREZ Y LA TRANSICIÓN

Con el paso del tiempo, ha quedado para la Historia como el Presidente del Gobierno que posibilitó la Transición de la dictadura franquista a la democracia, Adolfo Suárez. Tras leer diferentes ensayos y biografías sobre este personaje, se constatan las siguientes características que lo han convertido en uno de los grandes personajes de la Transición.
Adolfo Suárez jurando su cargo de Presidente del Gobierno ante el Rey.
En general, se valora positivamente su gestión al frente del Gobierno, desde julio de 1976 hasta enero de 1981, y para ello se tienen en cuenta los siguientes valores de Adolfo Suárez:
-Juventud. Suárez pertenecía a una nueva generación de políticos que no habían vivido la Guerra Civil. Además era de la misma generación del Rey Juan Carlos lo que facilitó una buena relación entre ellos, desde su puesto de gobernador civil de Segovia. Su imagen jovial también fue un buen apoyo para sus gestiones políticas.
-Experiencia política. Suárez creció políticamente en el franquismo final por lo que conocía los entresijos de la política. También vio entonces la necesidad de reformar el sistema político, apoyándose en las instituciones del régimen para alcanzar la democracia.
-Comunicador. Su experiencia como director de RTVE le permitió adquirir un buen conocimiento de la importancia de la imagen y del medio televisivo para introducirse en los hogares, como hacía con cierta frecuencia tranquilizando a la población en momentos críticos como la Semana Negra de enero de 1977 o convenciendo de lo conveniente que sería que le votaran, como hizo la víspera de las elecciones de 1979.
-Empatía. Éste es uno de los rasgos más valorados por los personajes de la oposición con los que Suárez fue contactando al llegar a la presidencia del Gobierno. Carrillo tuvo incluso la sensación de estar ante "uno de los nuestros" cuando mantuvo con Suárez su primera reunión secreta, en febrero de 1977.
-Agilidad política. Se destaca de Suárez que sabía adelantarse a los acontecimientos, y por ello siguió una hoja de ruta con la que completó en apenas un par de años la transición de una dictadura a una democracia: Aprobación de la Ley de Reforma Política;Amnistía para presos políticos; Legalización de partidos políticos, incluido el PCE; Disolución del Movimiento; Convocatoria de las elecciones generales del 15 de junio de 1977; Pactos de la Moncloa para superar la crisis económica; Aprobación de la Constitución de 1978. Además fue hábil para crear un partido político, la Unión de Centro Democrático con el que se presentó y ganó las elecciones de 1977 y de 1979.
-Consenso. Esa fue una de sus principales metas para acabar con las dos Españas que habían dividido al país incluso con una Guerra Civil. Por eso, Suárez buscó el consenso para aprobar cuestiones tan importantes de la Transición como los Pactos de la Moncloa o la Constitución.
Los estudios sobre Adolfo Suárez también tienen en cuenta aspectos negativos de su gestión política y para justificarlo se basan en aspectos de su personalidad como:
-Ambición y pasión por mandar. Gregorio Morán destacó ese valor para explicar su ascenso político y los problemas que tuvo cuando vio que dentro de su propio partido no siempre estaban de acuerdo con sus actuaciones. Una ambición que le llevó a terminar rompiendo relaciones con personajes como Torcuato Fernández-Miranda.
-Dificultad para seguir el ordenado sistema de un régimen democrático consolidado. De esta manera, se destaca que Suárez no era capaz de aguantar una larga sesión del Consejo de Gobierno o que tampoco dio mucha importancia a algunos debates parlamentarios.
-Resentimiento. Ese fue el sentimiento que, según parece, le quedó tras dejar la presidencia del Gobierno.
Bibliografía básica sobre Adolfo Suárez: 
-ABELLA, Carlos, Adolfo Suárez. El hombre clave de la transición, Espasa, Madrid, 2006.
-FUENTES, Juan Francisco, Adolfo Suárez. Biografía política, Planeta, Barcelona, 2011.
-GARCÍA ABAD, José, Adolfo Suárez: Una tragedia griega, La Esfera de los Libros, Madrid, 2006.
-HERNÁNDEZ, Abel, Suárez y el Rey, Espasa, Madrid, 2009.
-POWELL, Charles y BONNIN, Pere, Adolfo Suárez: El presidente que se hizo a sí mismo , Ediciones B, Barcelona, 2004. 
-PREGO, Victoria, Adolfo Suárez. La apuesta del Rey , Unidad Editorial, Madrid, 2002. 
-SOLÉ, Eulàlia, Con y contra Suárez, Flor del Viento Ediciones, Barcelona, 2009.
-SUÁREZ, Adolfo y HERNÁNDEZ, Abel, Fue posible la concordia, Espasa Calpe, Madrid, 1996.         

viernes, 15 de junio de 2012

LAS PRIMERAS ELECCIONES DEMOCRÁTICAS DE LA TRANSICIÓN (1977)


La UCD de Suárez, vencedora en las primeras elecciones generales de 1977
Se celebra ahora el 35º aniversario de las primeras elecciones democráticas del post-franquismo, que se produjeron el 15 de junio de 1977, y que suponía un paso decisivo más en la Transición española de una dictadura a una democracia. Unas elecciones en las que ganó la Unión de Centro Democrática liderada por Adolfo Suárez.
Suárez había sido nombrado Presidente del Gobierno por el rey Juan Carlos I hacía apenas un año con el objetivo de dar los pasos necesarios para que España se convirtiera en una democracia (Blog Nuestra Historia al día: El error Suárez). Un paso necesario para ello era legalizar los partidos políticos ya que desde el franquismo sólo era legal el Movimiento Nacional, y convocar unas elecciones. En febrero de 1977, se aprueba un decreto-ley que prácticamente permite la inmediata legalización de más de 150 partidos políticos, aunque entre estos partidos, y por miedo a la reacción de los militares, no estaba el Partido Comunista que deberá esperar hasta el 9 de abril para conseguirlo (Blog Nuestra Historia al día: La legalización del Partido Comunista de España).

Los programas electorales de 1977
El 15 de abril se convocaron las elecciones a cortes constituyentes que fueron finalmente fijadas para el 15 de junio. además, el gobierno pretendió daruna imagen de limpieza electoral decretando la incompatibilidad de todos los altos cargos de la Administración, incluidos ministros, para ser candidatos. Por esta razón, el ministro de Obras Públicas, Leopoldo Calvo Sotelo dimitió a finales de ese mes para poder presentarse y se dispuso a elaborar las listas electorales de la Unión de Centro Democrático (UCD).
Hasta el 3 de mayo no anunció Adolfo Suárez su intención de liderar la lista por Madrid de UCD, un partido creado con la suma de liberaes, socialdemócratas, democratacristianos y jóvenes reformistas procedentes del franquismo como el propio Presidente del Gobierno. A la derecha se presentaba como partido fuerte la Alianza Popular (AP) dirigida por Manuel Fraga y que contaba con varios ex ministros franquistas. En la izquierda destacaban el Partido Socialista (PSOE) de Felipe González, el Partido Socialista Popular (PSP) de Enrique Tierno Galván y el Partido Comunista de España (PCE) dirigido por Santiago Carrillo. También se presentaron candidaturas de extrema derecha franquista (FuerzaNueva), de extrema izquierda (Partido Comunista de España Marxista-Leninista) y regionalistas (Convergencia Democrática de Cataluña CDC, Partido Nacionalista Vasco PNV).
Para asegurar una alta participación, se eligió como día electoral el miércoles 15 de junio de 1977, un día laborable en el que trabajadores tenían permiso retribuido de cuatro horas. La jornada electoral se desarrolló con muy pocos incidentes y el recuento se prolongó hasta los dos días debido a la falta de experiencia. 
La UCD de Suárez obtuvo se quedó cerca de obtener la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, con 166 escaños, lo que permitía a su líder seguir como Presidente del Gobierno (RTVE: Adolfo Suárez vota y valora el resultado de las elecciones). El segundo lugar fue más sorprendente ya que el PSOE logró 118 diputados mientras que el partido de izquierdas del que se esperaba más, el PCE se quedó con sólo 20 escaños. También fue pobre el resultado de AP con 16 diputados. Los partidos nacionalistas moderados del País Vasco y Cataluña consiguieron sumar una veintena de escaños mientras que los partidos extremistas, como Fuerza Nueva no lograron ni un solo escaño. (Elecciones generales del 15 de junio de 1977).
Especiales de prensa sobre el 15-J:


martes, 12 de junio de 2012

LA MATANZA DE ABOGADOS DE ATOCHA (1977)

Conjunto escultórico "El abrazo" de Juan Genovés, ubicado junto al portal nº55 de la calle Atocha
A la última semana del mes de enero de 1977 se la conoce como la "semana trágica de la Transición". Dos jóvenes estudiantes murieron en sendas manifestaciones, uno de ellos víctima de un ultraderechista; la organización terrorista Grapo secuestró al teniente general y Presidente del Consejo Superior de Justicia militar Emilio Villaescusa, y asesinó a dos policías y un guardia civil. Y siendo éstos unos sucesos tan graves, hubo otro que destacó todavía más, la matanza realizada por unos ultraderechistas contra unos abogados en su despacho laboralista relacionado con el Partido Comunista, ubicado en el 3º izquierda del portal número 55 de la madrileña calle Atocha.
Eran las once menos cuarto del lunes 24 de enero, cuando en ese despacho de abogados se había estado discutiendo si se mantenía una huelga en el transporte privado de Madrid. Acabada esta reunión, unos hombres entraron en el despacho, encañonaron con varias armas de fuego a los abogados allí presentes, y les dispararon indiscriminadamente hasta vaciar sus cargadores, causando la muerte inmediata a Luis Javier Benavides, Enrique Valdelvira y Ángel Rodríguez mientras que Serafín Holgado y Francisco Javier Sauquillo fallecieron unas horas más tarde. Resultaron heridos de consideración Miguel Sarabia, María Dolores González, Luis Ramos y Alejandro Ruiz.
Los autores de esta matanza, algunos de ellos juzgados y condenados en marzo de 1980, tenían vinculaciones con el Sindicato Vertical del Transporte y con el partido ultraderechista Fuerza Nueva, siendo incluso uno de ellos sobrino de una secretaria del líder de esta formación, Blas Piñar. Según esta sentencia, se consideró a José Fernández Cerrá y a Carlos García Juliá como ejecutores de la matanza por lo que fueron condenados a 193 años de cárcel cada uno, mientras que Francisco Albadalejo fue condenado a 73 años de prisión como inductor y encubridor del crimen (José Fernández Cerrá y Carlos García Juliá, condenados a 193 años de cárcel cada uno como ejecutores de la matanza de Atocha, El País, 5 de marzo de 1980). Curiosamente, ninguno llegó a cumplir su condena íntegra, Albadalejo vio reducida su condena (El Supremo reduce la condena a Albadalejo por la matanza de Atocha, El País, 2 de enero de 1981) y se produjeron extrañas huidas al extranjero de más de uno (¿Qué fue de los asesinos de Atocha?, El Mundo-Crónica, 20 de enero de 2002). También ha quedado en el aire la posible participación de algún ultraderechista italiano (Un neofascista italiano disparó contra los abogados de la calle de Atocha, según un arrepentido, El País, 25 de marzo de 1984). En cuanto a los que ordenaron esta matanza, un ultra italiano aseguró que la policía española estaba implicada (Stefano delle Chiaie: "La matanza de la calle de Atocha fue instigada por sectores de la policía", El País, 5 de julio de 1987), mientras que uno de los abogados de la acusación, Jaime Sartorius, afirmó que "las investigaciones apuntaban hacia los servicios secretos" (¿Qué fue de los asesinos de Atocha?, El Mundo-Crónica, 20 de enero de 2002).
Además del balance de las víctimas, esta matanza destacó sobre todos los acontecimientos de la "Semana trágica de la Transición" por sus consecuencias. Dos días después del atentado, se produce un multitudinario traslado de los féretros por las calles de Madrid, en lo que fue toda una demostración de duelo y de poder democrático del Partido Comunista de España, por la falta de incidentes. Este hecho acabó provocando, sólo dos meses más tarde, que el Gobierno de Adolfo Suárez decidiera legalizar al PCE para las elecciones programadas para el 15 de junio de 1977, las primeras de la democracia post-franquista (Entrada "Legalización del PCE).


Escena de la matanza de Atocha, incluida en la película "Siete días de enero" de Juan Antonio Bardem

domingo, 3 de junio de 2012

GRAVE CRISIS ECONÓMICA ENTRE EL FIN DEL FRANQUISMO Y LA TRANSICIÓN (1973-1986)

En un momento como el actual en el que la palabra "CRISIS" parece estar más de moda que nunca, conviene recordar otra crisis que España superó. Se trataba de una crisis política internacional producida por una subida de precios del petróleo, unida a la crisis política que representaba el paso de una dictadura franquista de casi cuarenta años, a una democracia.
Durante la década de los años sesenta y hasta 1973 (Presentación El desarrollo económico de los años sesenta), la economía española fue la que más creció en Europa. De hecho, a mediados de 1973, la situación económica, favorecida por el ciclo expansivo de la economía internacional, crecía un 8 por 100 en términos reales respecto a igual época del año anterior, las reservas de divisas superaban los 6.000 millones de dólares, y el desempleo apenas llegaba al 2 por 100 de población activa. Pero no todo era positivo ya que la tasa de inflación se situaba en un 12 por 100 anual, el doble que los países de la OCDE. Además se destaca que la economía española seguía estando demasiado cerrada al exterior. (José María Serrano Sanz, Crisis económica y transición política, Revista Ayer, nº15, 1994). 
Y todavía había otro dato negativo a tener en cuenta ya que se considera que la peor etapa de la historia de la Bolsa en España se inició al final del franquismo, cuando la revolución de los claveles en Portugal hizo temer por la continuidad del régimen franquista y se mantuvo durante los acontecimientos históricos posteriores como la muerte de Franco, las primeras elecciones democráticas desde 1936, la creación de cortes constituyentes, la aprobación de la Constitución y por fin las primeras elecciones legislativas con la victoria por mayoría simple de la UCD de Adolfo Suárez en 1979. A estos hechos se unieron acontecimientos internacionales como la crisis del petróleo, la pérdida del Sáhara Occidental y la quiebra de los acuerdos monetarios de Bretton Woods. Así, se considera que el lustro 1975-1979 es es el peor a todas luces de la Bolsa española, al haber perdido un 62,28% de su valor en términos netos interanuales. Del mismo modo, el periodo que va entre septiembre de 1976 y el mismo mes del año siguiente sigue siendo, a pesar de los ‘méritos’ logrados por el parqué en los últimos años, el peor ejercicio de la historia del Índice General de la Bolsa de Madrid al haberle supuesto un desplome del 42,18%." (El fin del franquismo, la peor etapa de la historia de la Bolsa española, Elboletin.com, 19 de mayo de 2012)
La crisis del petróleo supuso por ejemplo que mientras que el crudo importado por España en 1974 aumentó en volumen un 6 por 100 respecto al año anterior, su coste se triplicó. Este incremento del precio dio inicio entonces a la crisis económica al conllevar una disminución de la renta disponible, así como de la venta de productos a países que también sufrían la crisis del petróleo, con la consiguiente reducción de los beneficios empresariales que acaban afectando lógicamente en el trabajador.
Ante estos datos, las medidas adoptadas por el último gobierno franquista agravaron todavía más la crisis, ya que decidieron repercutir el incremento del precio del petróleo en el Estado, retrasando el proceso de ajuste necesario, y permitiendo claros desajustes como por ejemplo, un considerable incremento de los salarios. No obstante, se conseguía de esta manera que el PIB creciera entre 1973 y 1976 un 16% anual frente al 5,5% de crecimiento de los principales países de Europa Occidental.
De esta manera, la crisis no llegó a tocar fondo prácticamente hasta 1976, cuando Adolfo Suárez llegó a la Presidencia del Gobierno y se encontró con una situación muy delicada, con una inflación cercana al 20%, un considerable incremento del déficit del Estado y del desempleo. La crisis económica quedó momentáneamente aparcada hasta conseguir una cierta estabilidad política que no llegó hasta que se celebraron las primeras elecciones democráticas, el 15 de junio de 1977, cuando la UCD ganadora conformó un gobierno en el que Suárez nombró vicepresidente para asuntos económicos, al prestigioso economista Enrique Fuentes Quintana.
El nuevo Gobierno buscó entonces una primera salida de la crisis implicando a todos los partidos políticos, los llamados Pactos de la Moncloa cuyo consenso se considera clave en el éxito de las medidas adoptadas entonces. Los elementos fundamentales del acuerdo pueden resumirse en dos:
1. Un ajuste económico a corto plazo basado en la contención salarial, una política monetaria restrictiva, la reducción del déficit público y la adopción de un sistema de cambios flotantes para la peseta, con la consiguiente devaluación.
2. La introducción de algunas reformas consideradas indispensables en el nuevo contexto político: modernización del sistema fiscal, aprobación de un nuevo marco legal para las relaciones laborales y liberalización del sistema financiero. (El ajuste económico en la Transición, El País Negocios, 12 de febrero de 2012)

DATOS BÁSICOS DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA EN LA TRANSICIÓN
AÑO
PIB (%)
IPC
DESEMPLEO (%)
1973
7,8
11,4
2,2
1974
5,7
17,5
2,6
1975
1,1
15,6
3,8
1976
3
16,8
4,9
1977
3,3
24
5,3
1978
1,8
19,2
7,1
1979
0,2
16,2
8,7
1980
1,5
15,6
11,5
1981
0,4
15,1
14,4
1982
0,9
14,2
16,2
1983
2,1
12,2
17,7
1984
2
11,1
20,1
1985
2
7,4
21,9

martes, 29 de mayo de 2012

GUTIÉRREZ MELLADO, EL MILITAR DE LA TRANSICIÓN

El militar e historiador Gabriel Cardona, en su libro A golpes de Sable: Los grandes militares que han marcado la Historia de España, dedicó un capítulo a Manuel Gutiérrez Mellado, en el que lo definía como "El general de la Transición". En ese libro no sólo se destacan los aspectos más positivos del papel representado por Gutiérrez Mellado durante la Transición, sino también algunos de los errores que cometió.
Como militar de larga trayectoria, llamaba la atención por su carácter aperturista y por eso, poco antes de entrar en el Gobierno de Adolfo Suárez se recuerda que en un discurso en Valladolid pronunció una frase nada común en un alto mando militar de aquella época: " los ejércitos no están para mandar, sino para servir». (La Razón, 28 de abril de 2012).
Cuando el general Gutiérrez Mellado llegó al Gobierno de Adolfo Suárez, como vicepresidente, fue enseguida duramente criticado por sus compañeros de armas.  José Enrique de Ayala, general de Brigada en la reserva, escribió en un artículo reciente: "El general Gutiérrez Mellado tuvo que luchar por lo evidente, en un ambiente hostil entre la mayoría de los militares de la época, y se vio obligado a pasar por situaciones muy difíciles, que llegaron en algunos casos al insulto anónimo o al desplante público en actos oficiales. No hay golpe más amargo que la incomprensión o el desprecio de tus compañeros, y él lo sufrió. Pero no cejó, porque sabía bien cuál era su deber, lo que la sociedad española necesitaba de él en esa difícil etapa. Y lo llevó a cabo con tenacidad e inteligencia." (El País, 30 de abril de 2012)
En ocasiones, intentaba mediar entre el Ejército y el Gobierno como cuando transmitió al Parlamento la petición de los generales de mantener la pena de muerte, o cuando permitió el ascenso de militares que posteriormente protagonizarían el 23-F como Milans del Bosch o Armada.
Pero si por algo se destaca a Gutiérrez Mellado fue por gestos como cuando se enfrentó a los guardias civiles de Tejero el 23-F. Su biógrafo, el coronel y profesor Fernando Puell recuerda que «alguna vez le pregunté cómo había conseguido mantenerse en pie cuando Tejero y sus hombres, mucho más corpulentos y jóvenes, forcejearon con él para tumbarlo en el suelo. Me dijo que no sabía de dónde había sacado fuerzas para resistir, que lo único que recordaba era que cuando quisieron zancadillearle se había aferrado a una barandilla como un náufrago a una tabla porque no podía permitir que los sublevados le derribasen». (Hoy, 30 de abril de 2012)
De lo que vivió humanamente Gutiérrez Mellado aquel 23-F también nos ofrecen una clara imagen estas declaraciones recientemente publicadas: "Y siempre me contaba que pensaba que moriría fusilado el 24-F, ya que estuvo encerrado en un cuarto tras haberle hecho frente a los sublevados. Me contó que habló con un ujier que conocía y le pidió que llamara inmediatamente a su familia para que pidieran asilo político en la embajada de Chile. Estaba convencido de que el golpe iba a prosperar», comenta José Luis, un amigo. (El Adelantado de Segovia, 30 de abril de 2012
Gutiérrez Mellado, enfrentándose a los golpistas del 23-F, ante la mirada preocupada de Adolfo Suárez.
Desde el punto de vista político, se destaca la reforma militar que emprendió Gutiérrez Mellado y que consistió en la sustitución de los Ministerios del Ejército, Marina y Aire, que hasta entonces habían actuado de forma independiente, para reunirlos en un Ministerio de Defensa, del que él mismo fue primer titular, la reducción de unos efectivos desproporcionados para las necesidades del país, la renovación de un material en su mayoría obsoleto, y la adecuación de las estructuras de mando y fuerzas, que hasta entonces tenían una orientación claramente territorial. 
Ya retirado de la política, Manuel Gutiérrez Mellado fundó la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción. En 1994 fue nombrado Capitán General del Ejército con carácter honorífico y un año más tarde falleció en un accidente de tráfico. 
En su honor y a iniciativa del Ministerio de Defensa nació en 1997 el Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado, centro de investigación y de docencia especializado en cuestiones relacionadas con la búsqueda de la paz, la seguridad y la defensa. Este Instituto ha organizado para el próximo mes de octubre el V Congreso de Historia de la Defensa, titulado de “El legado del general Gutiérrez Mellado”, para conmemorar el centenario del nacimiento del ilustre militar.

jueves, 24 de mayo de 2012

ARIAS NAVARRO, PRESIDENTE DEL GOBIERNO (1973-1976)

Este personaje que con tanto sentimiento transmitió por televisión la noticia de la muerte de Franco y leyó el testamento político del Caudillo era Carlos Arias Navarro, Presidente del Gobierno desde finales de 1973 hasta mediados de 1976, el último del franquismo y el primero de la Transición a la democracia.
De su época franquista, llamó especialmente la atención su nombramiento como Presidente del Gobierno tras el asesinato de su predecesor Luis Carrero Blanco. Cuando se produjo el atentado contra Carrero, Arias Navarro era el Ministro de Gobernación y por lo tanto el máximo responsable de no haber evitado el brutal asesinato en pleno centro de Madrid. Sin embargo, su relación de amistad con Franco y su familia le valió el nombramiento como Presidente del Gobierno.
Poco después de su nombramiento, el 12 de febrero de 1974, Arias Navarro pronunció un discurso aperturista para aquella época cuyo mensaje se recordó como el del "Espíritu del 12 de febrero". En él, hablaba Arias Navarro de "resuelta apertura de los asuntos de Gobierno al debate institucional y a la confrontación de la opinión pública" y parecía que permitía el asociacionismo. Sin embargo, ese fue el único gesto aperturista que Arias Navarro protagonizó como Presidente del Gobierno y pronto mostró su verdadero inmovilista, amenazando por ejemplo con expulsar del país al obispo de Bilbao, Monseñor Antonio Añoveros por publicar una pastoral en la que se hacía un llamamiento para que se reconociese la identidad cultural y lingüística del pueblo vasco; o permitiendo la ejecución a garrote vil del anarquista catalán, Salvador Puig Antich.
Llegó entonces la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975 y la consecuente coronación de Juan Carlos de Borbón como nuevo rey de España. El monarca decidió mantener en su primer Gobierno a Arias Navarro como presidente pero pronto se vio éste desbordado por los hechos.
Por un lado la sociedad en ebullición vivía constantes huelgas y movilizaciones de trabajadores, uno de los cuales concluyó en lo que se conoce como Sucesos de Vitoria, el 3 de marzo de 1976. Ese día, la excesiva violencia empleada por  la policía para desalojar una iglesia donde cinco mil personas se concentraban en protestas laborales, acabó con la vida a tiros de cinco de esos trabajadores y con un centenar de heridos (Vídeo "Te acuerdas" de TVE titulado Sucesos de Vitoria el 3 de marzo de 1976).
Dos meses después, el 9 de mayo, se le achacó a las fuerzas de orden público un cierto apoyo ante el violento ataque que sufrieron en Montejurra unos carlistas democráticos a manos de individuos ultraderechistas, suceso que acabó con la muerte de dos personas.

Estos violentos sucesos y el absoluto inmovilismo de Carlos Arias Navarro provocaron finalmente la decisión del rey Juan Carlos de forzar su dimisión, y nombrar en su lugar a Adolfo Suárez.

domingo, 20 de mayo de 2012

LA SEGUNDA REPÚBLICA CONSERVADORA (1933-1936)

Frente a lo que pudiera parecer cuando en cualquier manifestación actual de organizaciones progresistas se contemplan numerosas banderas tricolores que recuerdan a la Segunda República, es interesante rememorar que, aproximadamente durante una cuarta parte de lo que duró esta etapa de la historia española, su gobierno fue conservador, presidido por el líder del Partido Radical Republicano, Alejandro Lerroux y con la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) como fuerza política más votada en las elecciones generales de 1933.
Efectivamente, los campesinos descontentos con la lenta aplicación de las reformas del Gobierno republicano-socialista de 1931-1933, las mujeres que votaban por primera vez en España, o la llegada de la crisis económica mundial causada por el Crack del 29 son algunas de las causas del fracaso del primer gobierno constitucional de la Segunda República, presidido por Manuel Azaña, lo que dio lugar a unas elecciones anticipadas a finales de 1933.

Esas elecciones dieron la victoria a la CEDA, una agrupación de formaciones conservadoras dirigida por José María Gil Robles, seguida por los radicales de Lerroux, algo más centristas, a los que se dio la iniciativa de gobernar, y cuyo principal objetivo fue echar atrás el amplio programa de reformas que había pretendido desarrollar el gobierno de Azaña.
Mientras tanto, la CEDA se identificaba cada vez más con el fascismo, creciente en Europa, y los partidos de izquierdas PSOE y PCE preparaban una huelga revolucionaria ante la posible incorporación de diputados de la CEDA en el gobierno de Lerroux. Es decir, la política nacional se iba radicalizando cada vez más.

Efectivamente, en octubre de 1934 se produjo una crisis de gobierno y la entrada de ministros cedistas en el Ejecutivo lo que dio lugar a la revolución de octubre, que tuvo éxito sobre todo en Asturias, y ante la que el Gobierno no dudó en enviar a la Legión dirigida por Francisco Franco para sofocar a cañoñazos esta insurrección, que concluyó con decenas de muertos y miles de detenidos.
A partir de ese momento, y aunque Lerroux firmó indultos para los revolucionarios que habían sido condenados a muerte, el gobierno mantuvo su talante conservador suspendiendo el Estatuto de Cataluña o nombrando a Franco Jefe del Estado Mayor. Este gobierno concluyó sin embargo de forma prematura cuando se descubrió un escándalo de sobornos denominado estraperlo, en el que estaba inmerso el hijo adoptivo del Presidente Lerroux.
De esta manera concluyó este bienio derechista de la Segunda República, que dio paso al triunfo del progresita Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, un nuevo gobierno contra el que los altos mandos militares más conservadores organizaron medio año más tarde el golpe de Estado que dio lugar a la Guerra Civil.

miércoles, 16 de mayo de 2012

ENTRADA EN LA CEE (1986)

El Presidente del Gobierno, Felipe González, firma en el Palacio Real de Madrid la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea, ante la presencia del Rey Juan Carlos I.
Una vez obtenida la democracia, España se fijó como principal objetivo su incorporación de una vez por todas a las instituciones internacionales, y especialmente a lo que entonces se denominada Comunidad Económica Europea (CEE), la actual Unión Europea. Tras varios gobiernos realizando gestiones para su incorporación, le correspondió al Ejecutivo del socialista Felipe González, en su primera legislatura, el honor de ser el que finalmente consiguió la adhesión a la CEE. 
El Ministro de Asuntos Exteriores de aquel momento, Fernando Morán, aseguró en una entrevista publicada en el número 21 da a la Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, año 2003, que "La inserción de España en el contexto internacional que le correspondía, Europa, era sentida por la cultura de la restauración de la Democracia como un objetivo esencial. Constituyó una meta de la acción para superar el franquismo, como una garantía del desarrollo económico, social y político y como el complemento indispensable para la construcción de instituciones representativas. El europeísmo fue elemento común y aglutinante de las distintas fuerzas de la oposición y supuesto imprescindible y explícito del momento constituyente. No se trataba solamente de un factor del consenso, sino una de las bases esenciales del mismo. Era necesario insertar al país en su escenario y desde él abordar en mejor posición para defender los propios intereses."
El proceso de incorporación al Mercado Común concluido el 1 de enero de 1986 fue bastante largo y farragoso, tal y como describe Juan Badosa Pagés, en su artículo La adhesión de España a la CEE, publicado en 2005 en el número 826 de la revista ICE: "La negociación de adhesión no fue fácil ni rápida. Se solicitó formalmente poco después de las primeras elecciones democráticas postfranquistas de junio de 1977, y no concluyó hasta la solemne firma del Tratado en el Palacio de Oriente de Madrid el 12 de junio de 1985. En estos ocho años hubo posposiciones sine die, retrasos, retrocesos e incluso momentos en los que parecía imposible alcanzar la meta propuesta. La causa fundamental radicaba en los problemas internos de la propia Comunidad (...) Se temía que la incorporación de un país de tamaño relativamente grande, como España, no haría sino agravar tales problemas internos. Los recelos, e incluso prejuicios infundados, de algunos países a la elevada competitividad de algunos sectores españoles completaban el panorama inicial de la negociación una vez superado el escollo del cumplimiento de las condiciones políticas (régimen democrático) para la adhesión".
Finalmente, el Palacio Real fue el escenario donde se escenificó la firma definitiva de adhesión de España a la CEE. Fernando Morán, en su libro "España en su sitio", lo describió de esta manera: El doce de junio de 1985 firmábamos en el Palacio Real de Madrid el Acta de Adhesión a la Comunidad Europea. Para mí, uno de los signatarios, el acto representaba la culminación de una difícil y laboriosa tarea desarrollada durante 30 de meses de contactos, análisis, discusiones con los Comunitarios y de decenas de sesiones de negociación formal. Era el fruto de un trabajo desarrollado con entusiasmo y rigor. Significaba la satisfacción máxima a que puede aspirar un político de mi generación. Aquel doce de junio de 1985 era la culminación de un largo proceso de vida internacional de mi país. También lo era de mi trayectoria personal.
Las consecuencias de esa adhesión al Mercado Común europeo, institución especialmente económica, fueron bastante positivas en los años posteriores a la incorporación, como aseguró en el año 2001, el que entonces era Director General del Banco de España, José Luis Malo de Molina en su discurso titulado Los efectos de la entrada de España en la Comunidad Europea: "La entrada de España en la Comunidad Europea ha sido, sin duda, uno de los principales motores de la modernización experimentada por la economía española en los últimos quince años. La integración ha supuesto la culminación de un proceso de apertura que se había iniciado algunas décadas antes y que se ha acelerado notablemente desde 1986."
Para completar el análisis de estas consecuencias, el Real Instituto Elcano elaboró en 2006 un estudio titulado 20 años de España en la Unión Europea (1986-2006) en el que se afirmaba que "El producto interior bruto (PIB) por habitante (medido en Paridad del Poder de Compra en euros de 2005) se ha incrementado de forma muy considerable durante el periodo 1985-2005. Desde un nivel inferior a los 8.000 euros por habitante antes de la entrada en la UE, se ha pasado a más de 23.000 euros por habitante en 2005, un 99% de la renta media de la UE ampliada. Durante sus 20 años de pertenencia a la UE, la economía española ha acumulado un crecimiento total del PIB de 17 puntos porcentuales por encima del crecimiento medio europeo (España ha crecido un 64,6% acumulado y la UE–15 un 47,9%). De hecho, el PIB de la UE–15 solamente ha crecido a una tasa mayor que el español durante la recesión de 1992-1994, que fue más larga y acusada en España que en la UE. Por otra parte, la importancia de la economía española en el conjunto de la UE (UE–15) se ha incrementado desde el 8% en 1985 hasta el 9,7% en 2005. En definitiva, la economía española, con un PIB de más de 930.000 millones de euros en 2005, se ha consolidado como la octava economía del mundo y una de las más dinámicas de Europa."

martes, 8 de mayo de 2012

VICTORIA DEL PSOE (1982)


El final de la transición, eso es lo que supuso para muchos la victoria electoral del Partido Socialista Obrero Español, que representaría el primer gobierno de izquierdas tras una guerra civil y casi cuarenta años de dictadura franquista (Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz El final de la Transición y un momento ilusionante).
En las elecciones del 28 de octubre de 1982 y con el lema del "Por el cambio", el PSOE de Felipe González obtuvo la victoria electoral, con más de 10 millones de votos que le daban mayoría absoluta, al aprovecharse de la irreversible crisis interna de UCD, que se hundía especialmente tras la dimisión de Adolfo Suárez como Presidente del Gobierno.

Para comprender mejor cómo fue aquella victoria electoral, hay un especial que el diario El Mundo (25 años del triunfo del PSOE) ofreció con motivo del 25 aniversario de aquel hecho, en el que destacan las aportaciones de los testimonios, el anuncio publicitario del PSOE, o las reacciones de la prensa nacional e internacional.
También resulta especialmente interesante leer los artículos editoriales que el 29 de octubre de 1982, día siguiente de las elecciones, publicaron dos periódicos antagonistas como El País y ABC. El editorial de El País, titulado "El socialismo en el poder" daba una pequeña lección de historia al recordar que "La victoria electoral del PSOE marca un hito histórico en el devenir político español. La presencia de ministros socialistas en los Gobiernos republicanos del primer bienio y de la etapa inmediatamente posterior al triunfo del Frente Popular no significó la asunción íntegra de las responsabilidades del Estado por el PSOE. Aunque dos destacados dirigentes socialistas -Francisco Largo Caballero y Juan Negrín- ocuparon la presidencia del Consejo de Ministros durante la guerra civil, la atribulada historia de nuestro país durante esos tres años y las anormales condiciones del ejercicio del poder en plena contienda permiten afirmar que la victoria de Felipe González ofrece al partido que fundara Pablo Iglesias su primera oportunidad para dirigir la política española en situación de normalidad democrática." 
Para este diario progresista "parece que un gran sector de la población ha identificado la defensa de las libertades y la necesaria transformación del Estado franquista, cuyos vicios y distorsiones han sobrevivido al proceso de transición, con el programa del PSOE.(...) España comienza hoy -lo comenzará efectivamente a partir de la designación de nuevo presidente del Gobierno- una andadura histórica cuajada de dificultades. Es la andadura que los españoles mismos han decidido en las urnas, es la voluntad de los ciudadanos de este pueblo, y esa voluntad debe ser respetada y alentada en lo que tiene de proyecto de futuro cara al prometido cambio que nuestro país ha elegido. Sobre Felipe González recae hoy una responsabilidad de enorme magnitud, que no sólo se refiere a la concreción de sus ofertas, y de sus programas, sino al mantenimiento de la Monarquía parlamentaria como sistema estable de gobierno en este país que acabe por cicatrizar tantas heridas fratricidas como ha recibido en los últimos doscientos años."
Bastante diferente es el editorial de ABC titulado "Ante la victoria socialista" que, tras felicitar al partido triunfador en las elecciones, aseguraba que "el proyecto socialista es un mal proyecto para resolver los problemas inaplazables y graves que tiene ante sí la nación. En un momento en que los entusiasmos sinceros se mezclarán con conversiones milagrosas y adhesiones urgentes, ABC anuncia que permanecerá en esta nueva etapa de la vida española, en una posición de crítica leal y de discrepancia abierta con un programa político que no por haber triunfado deja de parecernos arcaico, utópico e inadecuado al interés nacional."
Por lo que sí se felicitaba el diario ABC era por el hecho de que “los votantes no alineados en la izquierda, cuentan desde hoy con una formación amplia, fuerte, coherente y en crecimiento que, en el corto plazo de una legislatura, ha multiplicado sus escaños por diez”, en referencia a Coalición Popular.



domingo, 6 de mayo de 2012

EL GOLPE DEL 23-F (1981)


El 23-F en la prensa internacional
Tejero entrando con la pistola en la mano en el Congreso de los Diputados, los tanques en las calles de Valencia por orden de Milans del Bosch, el general Armada negociando con Tejero, la alocución televisiva del Rey Juan Carlos... No hay duda de que el intento de golpe de Estado del 23-F fue muy audiovisual, y por eso nada mejor que intentar ofrecer una explicación del 23-F con material multimedia.


Para empezar, un relato con vídeo e infografía del 23-F, según Artehistoria:

La grabación de la primera media hora del golpe de Estado, ofrecida por TVE:

Los servicios informativos ofrecidos por TVE a partir de la 01:38 horas del 24 de febrero, incluyendo el mensaje del Rey:

El final del atentado, transmitido por la Cadena Ser (23-F: Fin del intento de golpe) 


 Y una de las últimas aportaciones históricas sobre lo sucedido el 23-F: el enfrentamiento verbal entre Adolfo Suárez y Tejero  (ABC, 28 de enero de 2012)