Suárez elegido "Hombre del año" de 1977 por la revista Time |
Aunque ya en 1977 la prestigiosa revista destacaba a Adolfo Suárez como "Hombre del año" por su labor en la Transición a la democracia en España, prestigio que se ha mantenido hasta la actualidad, lo cierto es que su nombramiento como Presidente del Gobierno, en julio de 1976, no fue ni mucho menos bien recibido, ya que se le consideraba un continuista del franquismo. Un ejemplo de esta mala acogida se pudo comprobar en la prensa de aquel momento.
El diario recientemente aparecido El País publicó un artículo del historiador Ricardo de la Cierva, titulado
“¡Qué error, qué inmenso error!”en el que destacaba que “Quienes quieren ya
lanzar la campaña sobre la juventud ministerial recuerden –en abstracto- la
sentencia del conde de Mayalde sobre algunos políticos jóvenes de la régimen
anterior: “Tienen todos nuestros defectos y ninguna de nuestras virtudes”. Esto,
amigos, ha sido un disparate, sólo un milagro puede salvarlo”.
"El error Suárez" fue el título de la editorial que Cuadernos para el Diálogo publicó, y en la que se indicaba que "Nos parece inviable la línea que ahora se inicia; no pensamos que don Adolfo Suárez sea la persona adecuada para traer la democracia al país, y, porconsiguiente, creemos que su nombramiento es un error."
En la revista Triunfo también se publicó un artículo crítico con el nombramiento de Suárez, titulado "Una salida y no una solución" y firmado por Eduardo Haro Tecglen quien aseguraba que "Lo que parece bastante claro es que don Adolfo Suárez no es un hombre del que se pueda esperar una “ruptura”,
que procede enteramente del Movimiento y que ha sido propuesto por el organismo
más conservadora del régimen antiguo y moderno. Todo ello puede concitar las
sospechas más profundas de la oposición democrática, e incluso de los “reformistas”,
que pueden considerar que se trata de un paso atrás, o, por lo menos, que no se
trata de un paso hacia adelante."
Otros artículos críticos fueron los publicados por las revistas Cambio 16 ("Presidente por sorpresa") y Destino ("Arias va, Suárez viene"), e incluso merece la pena recordar una viñeta del dibujante Forges en la que se podía ver un búnker, símbolo del inmovilismo ultraderechista, de cuyo interior salía el comentario: "Se llama Adolfo, ¿no es maravilloso?
Pero no todo fue rechazo ante la decisión del Rey Juan Carlos de nombrar a Adolfo Suárez como Presidente del Gobierno. Así, el periodista Javier Cercás escribió en su libro Anatomía de un instante que "sólo la ultraderecha -desde los camisas viejas de Falange hasta los
militares y los tecnócratas del Opus, pasando por los Guerrilleros de
Cristo Rey- celebró el ascenso de Suárez a la presidencia, convencida de
que el joven, obsequioso y disciplinado falangista representaba vino
nuevo en odres viejos, la demostración palpable de que los ideales del
18 de julio seguían vigentes y la mejor garantía de que el franquismo,
con todos los cambios cosméticos que las circunstancias exigieran, no
iba a morir con la muerte de Franco."
También fue favorable un editorial titulado "Suárez: la nueva generación al poder", que, redactado por el monárquico Luis María Ansón, fue publicado en La Gaceta Ilustrada. Éste es un extracto del mismo: “Queremos aplaudir el sereno acierto del rey al designar Presidente
del gobierno a Don Adolfo Suárez (…)
Suárez tenía tres años cuando se inició la guerra civil. Pertenece a la que un
ilustre escritor a han llamado la “generación del silencio” (…) No es un
aristócrata. No es un financiero. No tiene compromisos ni con el capitalismo ni
con los grupos de presión (…) Ha realizado una excepcional labor como ministro..."
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