domingo, 20 de mayo de 2012

LA SEGUNDA REPÚBLICA CONSERVADORA (1933-1936)

Frente a lo que pudiera parecer cuando en cualquier manifestación actual de organizaciones progresistas se contemplan numerosas banderas tricolores que recuerdan a la Segunda República, es interesante rememorar que, aproximadamente durante una cuarta parte de lo que duró esta etapa de la historia española, su gobierno fue conservador, presidido por el líder del Partido Radical Republicano, Alejandro Lerroux y con la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) como fuerza política más votada en las elecciones generales de 1933.
Efectivamente, los campesinos descontentos con la lenta aplicación de las reformas del Gobierno republicano-socialista de 1931-1933, las mujeres que votaban por primera vez en España, o la llegada de la crisis económica mundial causada por el Crack del 29 son algunas de las causas del fracaso del primer gobierno constitucional de la Segunda República, presidido por Manuel Azaña, lo que dio lugar a unas elecciones anticipadas a finales de 1933.

Esas elecciones dieron la victoria a la CEDA, una agrupación de formaciones conservadoras dirigida por José María Gil Robles, seguida por los radicales de Lerroux, algo más centristas, a los que se dio la iniciativa de gobernar, y cuyo principal objetivo fue echar atrás el amplio programa de reformas que había pretendido desarrollar el gobierno de Azaña.
Mientras tanto, la CEDA se identificaba cada vez más con el fascismo, creciente en Europa, y los partidos de izquierdas PSOE y PCE preparaban una huelga revolucionaria ante la posible incorporación de diputados de la CEDA en el gobierno de Lerroux. Es decir, la política nacional se iba radicalizando cada vez más.

Efectivamente, en octubre de 1934 se produjo una crisis de gobierno y la entrada de ministros cedistas en el Ejecutivo lo que dio lugar a la revolución de octubre, que tuvo éxito sobre todo en Asturias, y ante la que el Gobierno no dudó en enviar a la Legión dirigida por Francisco Franco para sofocar a cañoñazos esta insurrección, que concluyó con decenas de muertos y miles de detenidos.
A partir de ese momento, y aunque Lerroux firmó indultos para los revolucionarios que habían sido condenados a muerte, el gobierno mantuvo su talante conservador suspendiendo el Estatuto de Cataluña o nombrando a Franco Jefe del Estado Mayor. Este gobierno concluyó sin embargo de forma prematura cuando se descubrió un escándalo de sobornos denominado estraperlo, en el que estaba inmerso el hijo adoptivo del Presidente Lerroux.
De esta manera concluyó este bienio derechista de la Segunda República, que dio paso al triunfo del progresita Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, un nuevo gobierno contra el que los altos mandos militares más conservadores organizaron medio año más tarde el golpe de Estado que dio lugar a la Guerra Civil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario